Este año hemos ido a Boí Taüll, para que Nico y Leo aprendan a esquiar, y Nuria y Cristian, pues también.
Hemos ido los fines de semana 22-23 y 29-30 de enero. Hemos comprado los forfaits, alquilado los esquís y hemos contratado las clases particulares en esquiades.com y en l'escola d'esquí. Y para dormir, nos hemos alojado en el Hotel Romànic.
La verdad es que tenemos la sensación que vale la pena ir a esquiar hasta Boí Taüll, aunque esté lejos de Barcelona. Tardas lo mismo que para ir/volver a Andorra, porque aunque está más lejos, no hay nada de tráfico para llegar. La estación es familiar y cómoda, y tiene la ventaja de que cojas la pista que cojas, todas acaban en el mismo punto, por lo que es fácil concretar un punto de encuentro.
En definitiva, nos lo hemos pasado muy bien, hemos aprendido a esquiar (hemos llegado a tener lo que vendría a ser un nivel C y Nico, un B+). Hemos bajado todos por pistas verdes, azules e incluso rojas!!! Quién nos lo iba a decir! Un buen trabajo de nuestros entrenadores Remi y el otro que no se llamaba Remi.
En cuanto a las comidas, hemos comido/cenado en la ya clásica Tribulosi (donde se cena bien, se maridan buenas cervezas, y tiene unas espléndidas vistas a la iglesia de Sant Climent de Taüll), la Llesqueria l'Empriu (donde mejor cenamos, y con las mismas vistas), y en El Caliu (donde nos hicieron comer a ritmo militar, un menú justito y sin vistas).
