Sunday, June 26, 2022

Fuerteventura. Día 4: el volcán Calderón Hondo y Parque Natural Dunas de Corralejo

Domingo por la mañana. Uno de los dos días que más kilómetros vamos a hacer con el coche. Nos preparamos con toallas, bocadillos y crema solar, y nos vamos temprano, que queremos escalar un volcán, probablemente el más famoso y bonito de Fuerteventura: el Calderón Hondo.

El Calderón Hondo está cerca del extremo norte de la isla, así que desde nuestro hotel, nos lleva aproximadamente 1,5h llegar. Aparcamos el coche en Lajares (exactamente aquí) y empezamos la excursión de 3km para llegar al cráter del volcán. El desnivel es de unos 200m, y se tarda unos 40 minutos en llegar (algo menos en bajar, claro). Para llegar, hay dos caminos; nosotros hemos tomado el camino de la derecha, el FV2, en principio el más fácil de hacer (algún turista, lo hacía en chanclas de piscina, para que os hagáis una idea).


El paisaje es una chulada, muy parecido al de Lanzarote: rodeado constantemente de volcanes muy formados, con su cono y cráter característicos.

Imagen a medio camino de la cima

Y al fin llegamos a la cima. La "escalada final" se hace en apenas 5 minutos, y sin dificultad. El cráter redondo de 70m de profundidad impresiona. Las vistas son de vértigo, sobre un borde bastante estrecho y vertical. Afortunadamente, para los menos temerarios, hay una barandilla en un punto concreto, aunque puedes caminar por el filo de todo el cráter, si te atreves. Varias ardillas y un par de cuervos, nos han dado la bienvenida al cráter.


Muy chulo todo. Así que bajamos y nos vamos con el coche al Parque Natural Dunas de Corralejo. Los niños se lo han pasado genial tirándose y corriendo por las dunas.

como un sireno

Y para quitarnos la arena, hemos ido a la playa de Corralejo, a darnos un chapuzón y pelearnos con las olas.

No está mal la playa

Ya en Corralejo, nos hemos quedado a comer en La Marquesina, un restaurante (que bien, pero la relación calidad-precio psé) con unas bellas vistas al puerto y una playa donde estaba prohibido bañarse por contaminación bacteriana, pero parece que a la gente le daba igual.


Tras un breve paseo por Corralejo, hemos hecho el camino de vuelta al hotel, parando en unos molinos y molinas, típicos de la isla.

Un molino, en Villaverde

Una molina, en Tefía

La diferencia entre un molino y una molina, es que el macho tiene los elementos en diferentes pisos, mientras que en la hembra, los mecanismos que muelen y la habitación donde el molinero hacía su labor estaban en la misma planta, lo que le ahorraba subir y bajar plantas cargado de sacos.

Lo mejor/la sorpresa del día: Empate entre la excusión del volcán y las dunas

Lo peor/la decepción: Los kilómetros en coche. Visto en perspectiva, lo ideal es alojarse unos días en cada extremo de la isla, y así poder ver cada zona, ahorrando desplazamientos.


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