Sunday, April 10, 2022

Aude. Jour 2: Carcassonne

Segundo día, y único que no hemos cogido el coche. Hoy nos hemos dedicado a visitar Carcasona, un pueblo de apenas 50.000 habitantes, famoso porque tiene una ciudad amurallada enorme (10 hectáreas), restaurada, bien conservada y llena de vida.

El origen de la ciudadela (la cité) es romano, aunque luego los visigodos añadieron más fortificaciones, y ya en la época medieval, en los siglos XII y XIII acabó de adquirir las dimensiones actuales. Después de quedar en abandono a partir del siglo XVII, tuvieron que pasar dos siglos, hasta que la restauraron en la segunda mitad del siglo XIX (tomándose alguna libertad más que polémica en el proceso). El resultado: una ciudadela muy interesante.

Plano de la cité
Vista de la cité


Puerta de Narbona con estatua de la dama Carcas

En primer lugar, antes de empezar la visita, hemos ido a la Oficina de Turismo, a recoger una tarjeta llamada Carca'Pass, que te dan por contratar la visita guiada a la ciudadela. Esta tarjeta, te da descuentos a visitas posteriores, y a los castillos cátaros que veremos los siguientes días.

Hemos empezado con una visita de 20 minutos alrededor de la ciudadela, subiendo en un trenecito que se contrata a la entrada principal de la ciudadela, la puerta de Narbona. Pudimos ver los restos que han quedado en la muralla de la obra de arte efímera de Felice Varini, con motivo de celebrarse el 20 aniversario de la inscripción de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hace 4 años.

Lado occidental de la muralla

A continuación, hemos hecho una visita guiada de 1,5h de la ciudadela, que nos ha explicado la historia y curiosidades de manera muy amena.

Calles de la cité

Para acabar de empaparnos, hemos visitado también el castillo condal, de los vizcondes de Carcasona, dentro de la Cité.

Castillo condal
Hemos comido nuestra segunda cassoulet del viaje (muy inferior a la de ayer) y por la tarde nos hemos ido a dar un paseo por la Ciudad Baja (la ciudad de Carcasona tiene dos núcleos: la Cité y la Ciudad Baja -o Bastida de San Luis-, donde el rey Luis IX (conocido como San Luis) dejó vivir a los ciudadanos que se revolvieron contra él en el siglo XIII). De hecho, éste es el motivo por el cual cuando la ciudad se expandió, no hizo falta derribar las murallas como sucedió en otras ciudades (como Barcelona); la ciudad pudo ensancharse y conservar las murallas de la ciudad fortificada.

Vista de la cité desde el Puente Viejo

Dando un paseo por las calles de la Ciudad Baja, hemos acabado en el Puente Nuevo, desde donde se puede ver una de las vistas más icónicas de la ciudadela, con el Puente Viejo en primer plano, y la fortaleza al fondo.


Vista del Puente Viejo y de la Cité

Y para acabar el día, hemos cenado en un restaurante donde Nuria se ha pedido su tercera cassoulet en dos días! Wow!!

Lo mejor/la sorpresa del día: la ciudadela, naturalmente. Majestuosa, impresionante, bonita, y para los que conocemos el Barrio Gótico (por comparar con algo cercano), muy limpia!

Lo peor/la decepción: la segunda cassoulet del viaje (podemos hacer un ranking de cassoulets!) y el hecho de que no había manera de encontrar cafeterías para tomar un café o una crep. Nos costó mucho más de lo esperado! Y los menús infantiles siempre son nuggets. Nuggets y cassoulets: en Carcassone no se alimentan de otra cosa!


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