Hoy hemos pasado el día en el bonito pueblo de Comillas. Comillas es singular por ser el pueblo de nacimiento de Antonio López, el marqués de Comillas, y a donde volvió y donde residía en verano, a su regreso de América, siendo ya uno de los hombres más ricos de España.
plaza de la Constitución en Comillas |
Más Comillas |
Con el regreso del marqués, Comillas se convirtió en un destino de verano para la nobleza y la realeza, especialmente después de que el rey Alfonso XII pasara allí sus vacaciones en 1881. Eso hizo que hubiera muchas edificaciones de alto nivel. Además, puesto que el marqués estaba casado con Luisa Bru (catalana), conoció el arte modernista que estaba poniéndose de moda en Cataluña. Así, para hacerse su palacio (el palacio de Sobrellano) contrato al arquitecto catalán Joan Martorell, y se hizo llevar los artesanos y materiales especialmente desde Cataluña.
Palacio de Sobrellano |
Para conocer Comillas, de nuevo contratamos un tour particular, que, empezamos en la fuente de los Tres Caños, una construcción de 1889, diseñada por Lluís Domènech i Montaner y que además era una farola alimentada por electricidad (en aquella época, era wow!) y luego fuimos paseando por sus calles hasta la Casa Ocejo, la iglesia San Cristóbal y al palacio de Sobrellano. Desde allí pudimos disfrutar de las vistas de la Universidad Pontificia Comillas (originariamente Seminario de San Antonio de Padua de Comillas).
La universidad, al fondo de la imagen |
Una vez allí, entramos a visitar la Villa Quijano, popularmente conocida como El Capricho, obra de un joven aprendiz de Joan Martorell: un tal Antonio Gaudí, que hizo de ésta su primer edificio. El Capricho fue encargada por el indiano Máximo Díaz de Quijano (abogado del Marqués de Comillas), que ganó tanto dinero que hasta se hizo traer las chimeneas desde el Reino Unido. Y Gaudí empezó a experimentar con cosas que incluso después implementaría en el Park Güell. Y genialidades como colocar 6000 girasoles en la fachada, suelo "radiante" por el que pasaba el aire del invernadero para calentar la casa, sistemas de contrapesos para las persianas, otras persianas que hacían música, balcones para escuchar el piano, …
Tras comer un arroz con carabineros, fuimos a visitar el cementerio de Comillas, con su ángel exterminador en pose pacífica, y después visitamos el palacio de Sobrellano, el primer edificio de España con energía eléctrica. Este palacio lo encargó el marqués de Comillas para atraer al rey Alfonso XII, aunque éste no llegó a alojarse aquí, y de hecho las obras acabaron después de la muerte del marqués de Comillas.
El cementerio, al fondo |
Salón de los Tronos |
El palacio es muy bello y está orientado a norte, para tener vistas a la Universidad Pontificia, lo cuál lo convierte en un edificio frío en invierno. Destaca también la escalera de acceso a la tercera planta, que era la más alta y estaba destinada al servicio. El palo central de la escalera y su decoración tienen guiños al tema marinero, simulando piezas de barcos (temática muy relevante en la vida del primer marqués de Comillas).
Para acabar el día, volvimos a Santander y fuimos a visitar el Faro Cabo Mayor y cenamos una porción de una deliciosa tortilla de patatas (lo que nos costó!!) y unas hamburguesas.
Lo mejor/la sorpresa del día: Pues nos vamos a quedar con el Capricho, de Gaudí. Un edificio singular, pero precioso.
Lo peor/la decepción: A riesgo de ser unos pesados, la comida. Los carabineros estaban buenos, pero el arroz, psé. La tortilla era espectacular, pero era el último trozo de tortilla que les quedaba, porque no la hacen para cenar. En fin...
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