Saturday, April 30, 2022

Madrid 2022. Día 1: El Rey León

Escapada a Madrid, con el objetivo a lo grande de disfrutar del musical de El Rey León (ese musical con casi 100 millones de espectadores y ganador de 6 premios Tony), y el objetivo más pequeño pero no por ello menos ilusionante, de subir a un tren de alta velocidad y viajar en el metro de Madrid. Vamos allá!

El día empieza con el viaje de ida en el tren de alta velocidad TGV Euroduplex de Ouigo. 2h45' para llegar a Puerta de Atocha, tras una única parada en Zaragoza Delicias. Nico estaba entusiasmado por subir al tren, pero la sorpresa que se ha llevado ha sido mayúscula, cuando el maquinista le ha permitido subir a la locomotora y le ha dejado sentarse en su asiento.

Ahí nos hemos subido

Nico ha recorrido todo el tren (nivel cielo y nivel tierra), y ha pisado el andén de Delicias. Lo ha disfrutado todo.

Hemos llegado y nos hemos alojado en el Hotel Catalonia Atocha, a apenas 15 minutos a pie de la estación. Y de ahí, nos hemos ido a comer al restaurante La Sanabresa. Un restaurante de los de toda la vida, sin pretensiones y donde la estética y la modernidad se dejan de lado. No hacen reservas, así que toca hacer cola en la puerta hasta que te den mesa. El menú? pisto manchego, berenjenas rebozadas, cachopo de pollo, arroz con leche,...

Y ahora sí, tras una breve parada en la Puerta del Sol, nos hemos ido a ver El Rey León.

4 osos y una osezna: una nueva versión de Ricitos de Oro

El espectáculo, una pasada. Tiene un arranque espectacular, los maquillajes y vestuarios son increíbles, y aún así, la voz de Lindiwe Mkhize (Rafiki) la interpretación y canto de Pitu Manubens en el papel de Scar, el leopardo y el momento WTF de Timón y Pumba bailando sevillanas, destacan por encima de todo.

Aunque cueste de creer, esta foto fue la más difícil de tomar

Tras el espectáculo, nos hemos ido a cenar a la pizzería Pizzart Villa Fuencarral. Una pizzería que tampoco es que sea una maravilla, pero con unos postres muy buenos.

Y por último, para hacer el día completo para Nico, hemos montado en el metro de Madrid, para volver al hotel.

Lo mejor/la sorpresa del día: El musical de El Rey León.
Lo peor/la decepción: Las pizzas de la pizzería, y que Leo ya nos estaba anticipando que se iba a poner enfermo al día siguiente (spoiler!)


Tuesday, April 12, 2022

Aude: the movie

 


Aude. Jour 4: Les Grands Buffets y otras visitas relámpago

 Último día de nuestra visita a la región de Aude. 

Empezamos con una visita a la Abadía de Fontfroide. ¿Qué decir de esta abadía? Pues que es una abadía. Y poco más que añadir. Fue fundada como benedictina en el siglo XI por el vizconde de Narbona y acontecida cisterciense medio siglo después. 

Patio de honor


Con su zona para los monjes, y su zona para los legos (personas analfabetas de origen campesino, con obligaciones litúrgicas reducidas, y que se encargaban de las tareas agrícolas en las granjas). Como curiosidad, el callejón de los legos, un pasillo que bordea la despensa, frontera de los edificios conventuales y los de los legos, para que estos pudieran acceder a la despensa y a la iglesia, sin molestar a los monjes. Muy pocas abadías cistercenses han conservado su callejón, y ésta, con bóveda de medio cañón, es única. 

El claustro


También tiene una rosaleda con más de 2.500 rosales de 14 variedades distintas. Pero la verdad, o ya las han cortado para venderlas en Sant Jordi dentro de 2 semanas, o por las obras del parking, o porque este año ha sido mal año para las rosas de la abadía, pero no había ni una.


Más claustro

Tras visitar la abadía, hemos ido a Narbona, a comer en Les Grands Buffets. Somos unos bribones, pero es que no podíamos evitarlo! 
A punto de entrar

Nota: tiene tanta demanda, que hay dos opciones de conseguir mesa para el día que quieres ir: o bien reservas con meses (meses! como 4 meses o más!) de antelación, o bien vas mirando frecuentemente la web para reservar cuando haya mesas liberadas. Como hay tanta demanda con antelación, y te cobran si no te presentas, hay muchas bajas continuamente, así que si estás atento, puedes conseguir mesa. Pero las mesas de última hora vuelan, así que requiere constancia! - cosa que tuvimos ;)

¿Qué decir de Les Grands Buffets? Pues que es un bufet espectacular, con marisco abundante (bogavantes, ostras, gambas, cangrejos, bueyes de mar, ...), foei-gras de varios tipos (el de trufa negra o el muscat de Rivesaltes, increíbles), 111 variedades de queso (récord Guiness), ancas de rana, caracoles de Bourgogne, fuente de chocolate, 50 pasteles caseros,... pues eso. ¿Qué decir?

Peleando con el bogavante

Leo con sus chocolates

Nico autosuficiente, consiguiéndose viandas

Quizá sí; destacar el pato prensado (también llamado pato Tour d'Argent o pato a la sangre -canard au sang-), plato presentado y desarrollado ante los ojos de los clientes, respetando el ritual ancestral de los Maîtres Canardiers. Los cocineros de Les Grands Buffets usan la prensa de pato de la “Tour D’argent” y fueron formados especialmente por el Consulat des Canardiers de Rouen.

En fin, que tras hincharnos, continuamos e hicimos la última parada del viaje, el Castillo de Salses (Forteresse de Salses). Este castillo fue ordenado construir por Fernando II en 1497, para controlar el paso estrecho que comunicaba Francia con el reino de Catalunya y Aragón. Dicha construcción supuso el 20% del presupuesto anual de la Corona.

Ah! Si tuviésemos un palo de selfies...

Como sucedió con los castillos cátaros, al firmarse el Tratado de los Pirineos en 1659, y desviarse la frontera hacia el sur, este castillo perdió su importancia estratégica.

Vista de la entrada, desde la barbacana


Vista de la plaza de armas, desde la terraza del reducto

Desgraciadamente, la entrada a la Torre del Homenaje está limitada a las visitas guiadas, que son solamente en francés, así que decidimos dar el viaje por finalizado, y volvernos a casa.

Lo mejor/La sorpresa del día: Pues Les Grands Buffets, claro. Porque hemos dicho ya que somos unos bribones?

Lo peor/La decepción: La visita a la Abadía. Curiosa, pero prescindible.





Monday, April 11, 2022

Aude. Jour 3: Castillos Cátaros

 El día de hoy lo hemos dedicado a visitar los tres castillos cátaros más importantes y famosos. Tal como nos explicó el guía, el catarismo fue un movimiento religioso que se empezó a extender por el sur de Francia, y al que la Iglesia Católica se opuso (entre otras cosas, por su carácter ascético y anti-impuestos). La Iglesia Católica inició una cruzada contra los nobles cátaros porque querían mantener sus impuestos por herejes, los cuales vivían en los castillos que (más o menos alineados) formaban la frontera entre la corona de Aragón y de Francia hasta que, con el tratado de los Pirineos de 1659, firmado por Luis XII de Francia y Fernando el Católico, ésta se desplazó al sur, hasta los pirineos.

Castillo de Peyrepertuse

El primero que visitamos es el de la foto anterior, el Château de Peyrepertuse, construido en el siglo XI. Este castillo (el que más nos ha gustado) desde lejos apenas se ve, porque se integra, camufla y forma parte de una cresta rocosa, con un acantilado de 300m de altura respecto a la base, y de un tamaño similar a la de la cité de Carcasona.
Más Peyrepertuse

Este castillo pertenecía al conde de Besalú, y se divide en tres grandes sectores: el recinto bajo, el recinto alto y el torreón de San Jordi.

El siguiente castillo que fuimos a visitar fue el Château de Queribus. Este castillo impresiona por su altura (está a los 729m de altura). Al principio era un castillo pequeño, pero gracias al trabajo de los ingenieros del rey de Francia, se transformó en una fortaleza más grande, dotada de dos, y posteriormente de tres murallas sucesivas hasta alcanzar la cresta. Fue invencible durante tres siglos, hasta que tuvo que adaptarse a las nuevas técnicas de artillería.

Castillo de Queribus

Torre del Homenaje

Por último, hemos visitado el Château de Puilaurens. Este castillo tiene un acceso muy fácil de defender, ya que una escalera en zigzag exponía a los asaltantes con facilidad a los arcos de la defensa. Además, una vez superada la muralla baja, el invasor se encontraba en el patio: una ratonera estrecha rodeada de 12 troneras o aspilleras, que permitían disparar desde todas partes.

Una vez dentro, pudimos observar el camino de ronda de la muralla, y acceder al castillo alto, desde donde se disfrutaban unas vistas espectaculares.

Interior de Puilarens y camino de ronda

Muralla de Puilarens

Esa noche (oh! sorpresa!) no cenamos cassoulet, sino que cenamos en una pizzería (en la que por supuesto, ofrecen cassoulets) en la cité, para despedirnos de ella.

Lo mejor/la sorpresa del día: el castillo de Peyrepertuse. Grande, chulo y con unas vistas espectaculares. Tenía gracia como se camuflaba con la cresta, y parecía que allí no había sino más montaña.

Lo peor/la decepción: pues el viento. Mucho viento. Viento a tuttiplén. Vieeeentoooo.


Sunday, April 10, 2022

Aude. Jour 2: Carcassonne

Segundo día, y único que no hemos cogido el coche. Hoy nos hemos dedicado a visitar Carcasona, un pueblo de apenas 50.000 habitantes, famoso porque tiene una ciudad amurallada enorme (10 hectáreas), restaurada, bien conservada y llena de vida.

El origen de la ciudadela (la cité) es romano, aunque luego los visigodos añadieron más fortificaciones, y ya en la época medieval, en los siglos XII y XIII acabó de adquirir las dimensiones actuales. Después de quedar en abandono a partir del siglo XVII, tuvieron que pasar dos siglos, hasta que la restauraron en la segunda mitad del siglo XIX (tomándose alguna libertad más que polémica en el proceso). El resultado: una ciudadela muy interesante.

Plano de la cité
Vista de la cité


Puerta de Narbona con estatua de la dama Carcas

En primer lugar, antes de empezar la visita, hemos ido a la Oficina de Turismo, a recoger una tarjeta llamada Carca'Pass, que te dan por contratar la visita guiada a la ciudadela. Esta tarjeta, te da descuentos a visitas posteriores, y a los castillos cátaros que veremos los siguientes días.

Hemos empezado con una visita de 20 minutos alrededor de la ciudadela, subiendo en un trenecito que se contrata a la entrada principal de la ciudadela, la puerta de Narbona. Pudimos ver los restos que han quedado en la muralla de la obra de arte efímera de Felice Varini, con motivo de celebrarse el 20 aniversario de la inscripción de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hace 4 años.

Lado occidental de la muralla

A continuación, hemos hecho una visita guiada de 1,5h de la ciudadela, que nos ha explicado la historia y curiosidades de manera muy amena.

Calles de la cité

Para acabar de empaparnos, hemos visitado también el castillo condal, de los vizcondes de Carcasona, dentro de la Cité.

Castillo condal
Hemos comido nuestra segunda cassoulet del viaje (muy inferior a la de ayer) y por la tarde nos hemos ido a dar un paseo por la Ciudad Baja (la ciudad de Carcasona tiene dos núcleos: la Cité y la Ciudad Baja -o Bastida de San Luis-, donde el rey Luis IX (conocido como San Luis) dejó vivir a los ciudadanos que se revolvieron contra él en el siglo XIII). De hecho, éste es el motivo por el cual cuando la ciudad se expandió, no hizo falta derribar las murallas como sucedió en otras ciudades (como Barcelona); la ciudad pudo ensancharse y conservar las murallas de la ciudad fortificada.

Vista de la cité desde el Puente Viejo

Dando un paseo por las calles de la Ciudad Baja, hemos acabado en el Puente Nuevo, desde donde se puede ver una de las vistas más icónicas de la ciudadela, con el Puente Viejo en primer plano, y la fortaleza al fondo.


Vista del Puente Viejo y de la Cité

Y para acabar el día, hemos cenado en un restaurante donde Nuria se ha pedido su tercera cassoulet en dos días! Wow!!

Lo mejor/la sorpresa del día: la ciudadela, naturalmente. Majestuosa, impresionante, bonita, y para los que conocemos el Barrio Gótico (por comparar con algo cercano), muy limpia!

Lo peor/la decepción: la segunda cassoulet del viaje (podemos hacer un ranking de cassoulets!) y el hecho de que no había manera de encontrar cafeterías para tomar un café o una crep. Nos costó mucho más de lo esperado! Y los menús infantiles siempre son nuggets. Nuggets y cassoulets: en Carcassone no se alimentan de otra cosa!


Saturday, April 9, 2022

Aude. Jour 1: Reserva Africana de Sigean

Vamos a explicar este viaje que hemos hecho de 4 días, al Departamento de Aude, de la región francesa de Occitania. Más a lo bruto: hemos ido a la Reserva africana de Sigean, a Carcassonne, a ver castillos cátaros, y a comer en Les Grands Buffets. Pero parece que quedas como más sofisticado si dices que has visitado el Departamento de Aude.


El primer día (aquí voy a decir que nos dejamos los bocadillos en el parking de Barcelona) empezábamos con el plato fuerte infantil. Hemos ido a visitar la Reserva africana de Sigean.

Plano de la reserva
Para acceder a la Reserva, hay que comprar obligatoriamente los billetes online, y reservar día y hora. Hay que aclarar que dices a qué hora entrarás, pero una vez dentro, puedes estar todo el día (ver horarios en la web).

La visita a la reserva tiene dos partes: una primera en la que haces la visita en el coche. Es un recorrido de 7,5km, en el que vas pasando por las distintas zonas, donde puedes ver (o cruzarte) con los animales. El recorrido dura aproximadamente 1 hora, pero depende de si se te pone delante un rinoceronte, o se cruza un oso que se abalanza sobre otro, para atacarle (cosa que nos pasó).

Pudimos ver ñus, avestruces, cebras, rinocerontes, jirafas, burros, jabalís de los de la película del  Rey León phacochoerus, impalas, leones, osos, ... A la entrada de la zona de leones, una señal gigante con una calavera te advertía que no se podía bajar la ventanilla o salir del coche. Adivinad de qué país era la matrícula del coche que iba delante nuestro, que bajó la ventanilla justo ante los leones...

Para nosotros, las estrellas fueron los rinocerontes (que se pelearon al lado de nuestro coche, y daba un poco de miedo) y una especie de toros de cuernos GIGANTES: los watusis.


Ñus!

Este oso ya se había peleado otras veces

Tranquilito el león

Están rayadas


La segunda parte de la visita a la Reserva, se hace a pie. Es como visitar el zoo, pero donde los animales en general están MUY a sus anchas. Y hemos podido ver flamencos, cigüeñas, chimpancés (estos, un poco más alejados), cocodrilos, suricatas, pelícanos, iguanas, serpientes, dromedarios, guepardos, hienas, ... que te vuelen por encima de tu cabeza aves enormes, es curiosísimo.
¿Quién mira a quién?


Flamencos, flamencos a tutiplén
Posado familiar

Unos suricatas haciendo lo que mejor saben hacer

Pradera con impalas y animales que trotan y saltan

Para acabar la visita, hemos vuelto a coger el coche, y hemos dado otra vuelta por el tour. Hemos pillado al león nervioso (se acercaba la hora de la cena?).

Se acercaba la hora de la cena, parece...
Finalmente, nos hemos ido a Carcassonne, al hotel L'Aragon que está fantásticamente situado a la entrada de la ciudad amurallada. Una recepcionista encantadora, habitaciones limpias y modernas, con piscina, a 50m de la puerta de la muralla, ... no podíamos pedir más. 

La recepcionista nos hizo el favor de llamar al restaurante para reservar mesa, en plena ciudad medieval. Allí pudimos probar el plato típico de allí: la cassoulet, que es un guiso de judía blanca, con pato y butifarra de cerdo. Es típico y su origen se debe a la humildad de la tierra: son judías y carne de animales que se alimentaban con cualquier cosa y sobras: los cerdos y los patos. Es tan típico, que se sirve en TODOS los restaurantes de la ciudad, incluso en pizzerías. De todas las veces que la pedimos (3 en 4 días!), en el Le Chaudron, comimos la mejor cassoulet (y en el único sitio que valió la pena). Muy fuerte de sabor, muy caliente y muy rico!

Le cassoulet!

Para llegar a Le Chaudron, tuvimos que callejear por la ciudad fortificada, pero ya la describiremos en el post de mañana, que la visitaremos todo el día.

Lo mejor/La sorpresa del día: Pues la visita a Sigean, sobre todo la parte que vas en coche junto a animales que normalmente ves de lejos en los zoos. 

Lo peor/La decepción: Pues igual aquí toca repetir que nos dejamos los bocadillos en el parking de Barcelona. De todos modos, en Sigean hay bares y restaurantes, además de mesas de picnic.