Pirineo Aragonés. Día 8: Ruta de las ermitas de Tella

Hoy, último día de nuestra estancia en el pirineo aragonés, hemos hecho un breve paseo por una ruta: la Ruta de las Ermitas de Tella. 

Antes de llegar a Tella, hemos podido ver un dolmen del Neolítico:

La ruta comienza desde la ermita del pueblo, a la que llegas tras un ascenso de 8,3km por carretera, correspondiente a un puerto de primera categoría de ciclismo.

Esta ruta consiste en un recorrido circular muy sencillo y bien señalizado, de 2,5km, que se hace en menos de una hora, y en la que puedes visitar tres ermitas (más la de Tella), y sobre todo, disfrutar de unas bellas vistas de la zona.

Tras la excursioncita (eh! y sin guía!) hemos ido a Aínsa, a comer ternera en el Restaurante Fes. Y tras la comida, para casa!

Lo mejor/la sorpresa del día: las vistas desde la ruta. Y el sabernos acechados por jabalís.

Lo peor/la decepción: Las ermitas en sí.

Pirineo Aragonés. Día 7: Descenso de barranco

Hoy ha tocado actividad. Lo que hemos hecho ha sido descenso de barranco. Aunque nosotros habíamos contratado la actividad con Sin Fronteras Adventure, y la previsión era haberla realizado en el cañón de Añisclo (donde no se ha podido hacer por estar la carretera cortada), la hemos hecho con Aventura Raid Sarratillo (la primera empresa nos ha derivado a la otra) y hemos ido sólo nosotros 4, con el guía Manu.

El descenso ha consistido en un recorrido de 3,5km por el barranco Mirabal, del río Yaga, que es afluente del Cinca, que es afluente del Segre, que es afluente del Ebro. Así que si la cosa iba mal, lo bueno es que acabábamos en el Delta del Ebro y podíamos comernos un arrocito.

La excursión ha comenzado tras un pequeño recorrido en coche hasta la carretera de Tella (la misma que usamos para llegar al mirador de Revilla). Una vez dejado el coche en un claro, tras acceder por una pista (que mantiene el municipio de Tella, y por la que hay que pagar 3€ para usarla) (la máquina no devuelve cambio) hemos caminado 20' hasta el barranco, un camino que con el neopreno, ha sido muuy caluroso (y suerte que no hacía un sol abrasador precisamente). 

Antes de empezar el recorrido hasta el barranco

Una vez en el barranco, hemos comenzado con un salto de algo más de 4m.

Leo a punto de saltar

Leo saltando

Ya en el agua, nos hemos divertido dejándonos llevar, pasando por rápidos, toboganes, más saltos, y tramos de agua más tranquila, donde hemos flotado como hojas por la corriente. En total, un recorrido de unas 4 horas (contando un pequeño alto para comer algo).

Cristian en un tobogán

El barranco era espectacular, y las vistas de las paredes verticales, de más de 20m, vistas desde abajo, eran abrumadoras.

Aquí todos flotamos

Y acabamos la tarde comiéndonos unas crepes dulces a modo de comida-merienda. Pasamos por casa a pasar un rato relajado, y nos fuimos a cenar al Hotel Sánchez, donde cenamos mientras fuera teníamos espectáculo en forma de tormenta de tremendos relámpagos.

Lo mejor/la sorpresa del día: Lo divertido y fácil que fue todo.

Lo peor/la decepción: Que el agua estaba muy fría, y como a Nico el neopreno le iba un poco holgado, el pobre pasó bastante frío en algún momento.

Nota: Para la próxima vez, es mejor llevar botas de montaña que escarpines.

Pirineo Aragonés. Día 6: Valle de Ordesa

Hoy, de nuevo, hemos visitado el Parque Nacional de Ordesa y el Monte Perdido. De los 4 valles que lo forman, hoy hemos escogido descubrir la belleza del valle de Ordesa. La excursión chula completa (hasta la cascada Cola de Caballo) no la hemos realizado, ya que implicaba alargar 3h más respecto a lo que hemos hecho, y no hemos querido forzar. De nuevo, hemos tenido de guía a Xisco, que, otra vez, nos ha hecho la excursión muy amena y agradable; y nos ha llevado por senderos por los que íbamos solos, evitando los caminos llenos de visitantes.

Para empezar, hemos ido en coche hasta Torla, donde hemos aparcado en el parking público. Desde allí, hemos cogido el autobús que, cada 15', y por 5€, te lleva a la pradera de Ordesa, ya que no se puede acceder en vehículo privado.

Una vez en la pradera del valle de Ordesa, hemos comenzado la excursión. Se da la curiosidad que en 1918 se inauguraron los primeros parques nacionales de Europa. Fueron el de Ordesa, el de los Picos de Europa y uno en Suecia. Más tarde, en 1982, el Parque Nacional de Ordesa se amplió y pasó a ser el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido; por lo que hoy hemos visitado el primero de todos. También hemos presenciado el monumento a Lucien Briet, naturalista francés que fue clave en la creación de este parque.

A diferencia de la vegetación que encontramos en el valle de Pineta, más variada, en este valle el entorno era principalmente un hayedo-abetal, con su paisaje característico de suelo umbrío y húmedo, fácilmente caminable, al haber poca vegetación bajo las hayas. También hemos tenido unas vistas a la cascada de Cotatuero, a lo lejos.

Al fondo, la cascada de Cotatuero

Durante el paseo, hemos presenciado de cerca espectaculares y refrescantes saltos de agua, como la cascada de Arripas, la cascada de la Cueva y la cascada del Estrecho.

Cascada del Estrecho

Por no alargar más el paseo (empezamos a estar cansados), hemos dado la vuelta y hemos dejado la marca en cerca de 13km. Y de nuevo en casa, nos hemos quedado tranquilos, jugando al ping pong.

Lo mejor/la sorpresa del día: El paseo junto a las cascadas, muy agradable por el fresco que la sombra de los hayedos nos daba.

Lo peor/la decepción: Que nos hayan caído 4 gotas por la tarde, y hemos tenido que posponer otro paseo, uno ornitológico que podemos visitar en Gerbe. A ver mañana.

Pirineo Aragonés. Día 5: Espeleología y Pozas de San Martín

Esta mañana hemos hecho una actividad muy interesante: hemos hecho espeleología en la Cueva de Los Arnales o del Molino. Naturalmente, con un guía (Pablo) que nos ha acompañado para encontrar la entrada, y sobre todo, la salida de la cueva. De camino a la cueva, hemos probado fresas silvestres, menta silvestre, orégano silvestre, todo muy silvestre! Y de salida hemos pasado por un comedero de quebrantahuesos, pero no había ninguno por allí.

En la cueva en sí, hemos podido disfrutar de un surtido variado de cosas que podemos encontrar en las cuevas: estalactitas, estalagmitas, columnas, banderolas, líquenes que brillan de manera que parece que la pared esté llena de pequeños puntos de color oro, un río subterráneo, hemos hecho descenso y hemos escalado con arnés, ... todo muy recomendable.

Después, hemos ido a la cabaña del Turmo, perdón, queremos decir al Hotel Restaurante Turmo, donde hemos comido unas deliciosas migas de pastor (migas de pan con carne, uvas y naranja).

Después de comer, nos hemos ido a las Pozas de San Martín. En las pozas, nos hemos dado un baño, y los críos se han lanzado por ellas como si se tratase de un tobogán.

Los niños en las pozas. Sí, al fondo hay dos nudistas
que han salido aquí sin comerlo ni beberlo.

Para finalizar, hemos cenado la barbacoa que teníamos preparada!

Cordero, longaniza y chorizo

Lo mejor/la sorpresa del día: La cueva. Muy chula y divertida.

Lo peor/la decepción: las pozas, que, para el camino que hay que hacer (no muy amigable), no nos ha parecido una gran cosa.

Pirineo Aragonés. Día 4: Cascadas del Cinca y La Larri

Hoy hemos hecho una excursión por los Llanos de La Larri y la faja de Montaspro. Hemos podido disfrutar de las vistas (y las salpicaduras) de las cascadas del Cinca y las vistas del valle de la Pineta y La Larri. La hemos realizado acompañados de un guía (Xisco Villalonga) que nos ha hecho muy amena la excursión, de 5h30’ de duración y casi 13km. 

El recorrido lo hemos hecho a través del hayedo-abetal del fondo de valle de Pineta (uno de los 4 valles que forman parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido). 

Después, hemos hecho una corta ascensión hasta el valle de La Larri. Hemos recorrido su fondo plano (excavado por antiguos glaciares) para admirar las cascadas del barranco que discurre por él, para a continuación poner rumbo a la faja de Montaspro. 

Valle de La Larri

Mamíferos mirando a mamíferos en La Larri

El Monte Perdido, al fondo a la derecha

Finalmente, antes de descender de nuevo a la pradera, hemos pasado junto a las cascadas del Cinca (Churros de Marmorés), producto del enorme precipicio que dejaron los hielos al retirarse al final de las épocas glaciares.

Como curiosidad, entre los diferentes seres vivos que hemos oído o visto (marmotas, vacas, caballos, orejas de oso, orquídeas, flores de lis, lirios azules,...), lo que más nos ha sorprendido ha sido descubrir una planta llamada acónito, que es muy tóxica. Tan tóxica como que es la planta más venenosa de Europa. Sólo de 2 a 6mg de aconitina (la sustancia que tiene la planta en todas sus partes) ya es letal para el ser humano, incluso por la piel. Se supone que es el veneno de El nombre de la rosa.

A que parece rúcula? Pues NO se come!

Al acabar la excursión, el único sitio que hemos encontrado cerca con la cocina abierta ha sido el área de servicio de Parzán, donde hemos comido aceptablemente.

Por la tarde, hemos comprado carne en la carnicería Modesto, en Puértolas, para hacer una barbacoa mañana, después de la actividad de espeleología, y nos echamos unas partidas de billar en el complejo. Ganó Cristian.

Lo mejor/la sorpresa del día: El valle de la Larri; espectacular.

Lo peor/la decepción: que estuvimos esperando que saliera un topillo de bajo tierra, y aunque estuvo excavando, no salió.

Pirineo Aragonés. Día 3: Rafting

Hoy, la actividad del día ha sido hacer Rafting. No lo habíamos hecho nunca, y ha sido muy divertido. Lo hemos hecho en Sin Fronteras Adventure (la misma empresa con la que el jueves haremos otra actividad).

Hemos hecho un recorrido de más de 8km por el río Ésera, comenzando en Campo. Ha sido muy divertido y no nos hemos caído ni una sola vez!

Aquí todo son risas

Lo tenemos todo controlado

¡Contra la pared, no!

Misión cumplida!

Después de la actividad, que ha durado un par de horitas, hemos ido a comer en el restaurante Dos Ríos, en Aínsa, donde no hemos comido mal, aunque han sido un poco lentos.

Y ya que estábamos en Aínsa, hemos ido a visitar el Ecomuseo de la fauna pirenaica. La visita tiene tres partes: visita al museo (con reproducciones a tamaño real de la fauna local), un audiovisual (meh, un pase de diapositivas muy generalista, y nada centrado en la fauna o flora que podemos encontrar en Sobrarbe) y visita al albergue para fauna, donde puedes ver rapaces incapacitadas para reintegrarse en la vida salvaje: un águila culebrera, una pareja de búhos reales (son enormes) y una pareja de quebrantahuesos (son gigantes!!).

Lo mejor/la sorpresa del día: la actividad de rafting. Nos hemos reído mucho!

Lo peor/la decepción: el vídeo en el Ecomuseo; para echar una cabezadita, siendo generosos.

Pirineo Aragonés. Día 2: Quebrantahuesos

Hoy hemos hecho excursión para poder ver quebrantahuesos en su hábitat natural. El quebrantahuesos es un ave que vive a más de 1.500m de altitud (se ha llegado a ver en los Himalayas a más de 7.000m), y está en grave peligro de extinción. Actualmente, en España hay unos 1.000 ejemplares, aunque hace apenas 25 años sólo había 30. Se estima que en todo el mundo, no llega a los 10.000 ejemplares.

El quebrantahuesos es un pájaro enorme, de 2,80m de envergadura, y pesa sólo 5kg. Es, por tanto, más grande que los buitres (de 2,60m). Su singularidad es que se alimenta de huesos, y rompe los huesos grandes en trozos más pequeños, estrellándolos contra las rocas, para poder comérselos.

Para verlos en su hábitat natural, hemos ido con un guía muy top, Alberto Marín, que nos ha explicado cosas interesantísimas de fauna, flora y geología. Hemos dejado el coche aquí, y hemos hecho un recorrido para poder observar buitres leonados, milanos, alimoches y más fauna que Alberto nos ayudaba a identificar y observar con los prismáticos.

Tras un recorrido de algo más de 1km, que hemos hecho en hora y media, porque íbamos parando para aprender cosas, y para observar buitres desde el Mirador de San Lorién, hemos llegado al Mirador de Revilla, donde al final, tras hacerse de rogar un rato, hemos podido ver quebrantahuesos volando sobre el cañón. Y a partir de entonces, hemos estado viendo tantos, que ya nos hemos hecho unos expertos para identificarlos en el cielo.

Identificando huellas de animales (spoiler: jabalí)

El equipo de ornitólogos

Tras la excursión, hemos comido en el Restaurante Lamiana, desde donde teníamos unas vistas impresionantes.

Para refrescarnos, nos hemos ido a dar un baño en el río. Para ello, hemos ido a unas gorgas del río Cinca, donde los críos se lo han pasado en grande en un agua HELADA.

Las gorgas

Por último, hemos ido a visitar el Castillo de Aínsa, para acabar de ver el casco antiguo del pueblo.

En lo alto del castillo

Lo mejor/la sorpresa del día: Pues los quebrantahuesos, naturalmente; pero también lo bien que se le daba a Leo la ornitología: los localizaba e identificaba igual o mejor que nuestro guía!

Lo peor/la decepción: El castillo no tiene mucho que ver. Es más bonito el resto del casco antiguo.

Pirineo Aragonés. Día 1: Llegada a Gerbe y Aínsa

Esta semana de San Juan, nos hemos escapado al Pirineo Aragonés; en concreto a la comarca de Sobrarbe. En esta comarca, se encuentra el Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. 

Durante nuestra estancia, nos hemos alojado en El Palomar, una de las 4 casas rurales del complejo Casas Pirineo, que se encuentra en Gerbe, a 6km de Aínsa. Este complejo es una mini-mini urbanización, con un jardín comunitario, sala de billar, juegos infantiles y barbacoa. Nuestra casa es muy completa, con su terraza y su jardín individual, y está muy limpia!!!

Una vez alojados, nos hemos ido a dar un paseo por el casco antiguo de Aínsa (muy cuco, nos recordó a Carcassone) y cenamos unas pizzas y crepes con longaniza de Graus, en La Crepería de Aínsa.

Casco antiguo de Aínsa

Lo mejor / la sorpresa del día: Pues lo único que hemos visto, el casco antiguo. 

Lo peor / la decepción: Por decir algo, la ola de calor que hemos pillado. Nada de estar fresquitos en la montaña. Eso sí, dentro de la casa, se está muy bien sin aire acondicionado ni nada.