Sunday, June 29, 2025

Cantabria. Día 8: Palacio de la Magdalena

Último día de nuestras vacaciones en Cantabria. Hoy el día lo dedicamos a regresar a Barcelona. Pero antes de irnos de Santander, nos da tiempo a una última visita.

Hemos vuelto a la península de la Magdalena, donde hemos podido ver a los pingüinos, que salían de su refugio para comer. Y nos hemos dirigido al Palacio de la Magdalena.


El palacio de la Magdalena fue la residencia de verano de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia desde 1913 hasta 1930. Actualmente es sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y también acoge congresos, reuniones y eventos. Fue un regalo de Santander al rey Alfonso, y facilitó que la nobleza también veranease en la capital cántabra. Se puede decir que fue una gran operación de marketing.


Más tarde, este edificio se utilizó como campo de concentración franquista, y también sirvió de alojamiento de gente santanderina que perdió su domicilio en el incendio de 1941.

Como curiosidad, hemos pasado por la sala llamada "de los fantasmas", debido a una fotografía. Se trata de una fotografía tomada en 1913 a Alfonso XIII en una visita oficial en París, en las escaleras de un edificio con personalidades de la época, y entre tanta gente importante parece que se han colado dos espíritus.


Lo mejor/la sorpresa del día: pues aunque es una visita prescindible, en el palacio hay un par de retratos de Juan de Borbón vestido como si fuese un rey, y un cuadro de la Reina Victoria Eugenia pintado por Sorolla titulado "Victoria Eugenia con mantilla", que a la reina no le gustaba mucho la actitud tan informal, casi vulgar, en la que salía retratada (nada digna para una dama de alta cuna).


Lo peor/la decepción: Pues que la heladería de la península de la Magdalena estaba cerrada a la hora que teníamos pensado volver a Barcelona.

Saturday, June 28, 2025

Cantabria. Día 7: Cabárceno

Hoy ha sido un día grande. Quizá junto con la excursión a los Picos de Europa y la Neocueva, de los días más esperados en el viaje: hoy hemos visitado el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno no es un zoológico convencional ni un parque natural. Es un espacio naturalizado por la mano del hombre, sobre las 750 ha de una antigua explotación minera a cielo abierto. Los animales -120 especies diferentes- viven en las superficies que utilizan en la vida natural (por ejemplo, sólo el recinto de los elefantes tiene 15ha, es decir, es más grande que todo el zoológico de Madrid). El parque es la instalación donde más elefantes han nacido en el mundo en cautividad (24) -aproximadamente los mismos que en todo el mundo los 200 años anteriores- y también ostenta el récord de contar con la familia más numerosa de ejemplares de esta especie fuera de África. Este año van a reinsertar 23 osos en libertad. Además, hay animales salvajes libres en el parque (ciervos incluso).

Animales en libertad, que viven en el parque

Mientas se hacía la hora de empezar la visita, hemos paseado por el reptilario, donde hemos visto unas espectaculares pitones, cobras, serpientes de cascabel, mambas (incluida la mamba negra, que se llama así por el color de la lengua, no de la piel), boas o monstruos de gila.

La mamba negra con el mambo number one

Para la visita, hemos ido a lo grande, y hemos contratado la Visita Salvaje. A diferencia de la entrada normal, en la que te desplazas por el parque en tu propio vehículo, aquí hemos ido en un coche del centro, conducido por nuestro guía, que nos ha acompañado toda la visita, y nos ha ido explicando las curiosidades tanto del parque, como de los animales.

Mola el coche con el que nos movíamos, eh??

En primer lugar, hemos ido a ver un entrenamiento veterinario con los elefantes -es decir, les simulan visitas al veterinario y les dan recompensas, para que cuando vayan al veterinario de verdad, no se resistan por miedo-, y después les hemos dado de comer unas manzanas. Por allí habían cobos de agua, una especie de antílope impermeable al agua.

Dando de comer manzanas a los elefantes

Luego hemos visitado el entrenamiento veterinario de un rinoceronte blanco (a éste no le hemos dado de comer) y nos hemos adentrado en la zona de fauna ibérica, donde hemos visto gamos y monos de Gibraltar, antes de llegar a la zona de los asnos somalíes, a los que hemos dado de comer. Los asnos somalís son como los asnos no somalís, pero tienen las patas ralladas como las cebras. Es un animal que está a punto de extinguirse, ya que sólo quedan 200 ejemplares en libertad en el mundo. En Cabárceno han nacido 4 ejemplares de asno somalí.

El asno somalí es el de la derecha

Gamos y monos

El pedazo de rinoceronte blanco

De ahí hemos ido a la zona de los tigres de Bengala, donde hemos visto de cerca un hermoso ejemplar, y nos hemos metido con el coche en el recinto de los osos pardos, acompañados de otro coche, con un agente de seguridad armado por si los osos se ponían violentos. En Cabárceno hay 73 ejemplares, y este año reinsertarán en la naturaleza 23 de ellos.

Este no es un tigre, es un oso

Este es un tigre, y tiene los ojos color miel

A continuación hemos ido a la zona de las jirafas, donde hemos dado de comer zanahorias a las dos que allí hay; y hemos seguido dando de comer a los animales, porque hemos ido a dar de comer a las cebras Grevy. Estas cebras son las más grandes, y tienen el vientre de color blanco.

Dando de comer a las jirafas

Lengua negra, larga y pegajosa

Cebras Grevy

Antes de comer, hemos visitado la zona de las aves rapaces, donde hemos visto un halcón peregrino y un águila calva imperial, y nos hemos fotografiado con un águila real y un búho imperial siberiano.

Después de comer, hemos disfrutado de unas vistas del parque desde el teleférico y hemos visitado el recinto de los guepardos, que se nos han acercado curiosos (con intención de comerse a Leo, fijo). Y con esta visita, hemos acabado la Visita Salvaje.

Los elefantes, desde el telecabina

Guepardos a salvo de nosotros

Ya por nuestra cuenta, hemos ido a ver el recinto de los gorilas y de los leones, pero hemos llegado al recinto de los lobos ibéricos cuando ya se habían recogido para cenar.

El rey de la selva y un león frente a la estructura de madera

Lo mejor/la sorpresa del día: pues la Visita Salvaje entera, muy divertida, didáctica y especial.

Lo peor/la decepción: pues por decir algo, que no llegamos a tiempo de ver los lobos; pero es que había tanto por ver!!

Friday, June 27, 2025

Cantabria. Día 6: Cueva el Soplao, Secuoyas y Costa Quebrada

Día de hacer un poco de esto y un poco de aquello. Por la mañana hemos visitado la cueva El Soplao, en San Vicente de la Barquera. 

La entrada a la cueva se hace en tren

La singularidad de esta cueva enorme, descubierta por casualidad por una explotación minera, y a la que se accede en trenecito, es la presencia de excentricidades en las numerosas estalactitas que hay en la misma. Así, el suelo tiene estalagmitas suaves, y el techo tiene estalactitas "peludas", con ramificaciones que salen de éstas, en todas las direcciones, incluso hacia arriba! La verdad es que es una visita muy interesante y curiosa. 

Foto Adrián Váquez – www.espeleofoto.com

Hemos comido en un asador (donde hay un único menú de cordero asado, con unos tomates deliciosos de entrante, a 56€ el menú), y hemos ido a visitar el Bosque de Secuoyas en Cabezón de la Sal. Este bosque tiene la mayor concentración de secuoyas de Europa; si bien, son bastante jóvenes (tienen apenas 80 años), así que no tienen las dimensiones de las del Sequoia National Park, en California.

Y por último, hemos ido a ver algunas playas de la Costa Quebrada, al noroeste de Santander.

Lo mejor/la sorpresa del día: Claramente, la Cueva El Soplao. Es que es, literalmente, única. Preciosa.

Lo peor/la decepción: mmmmhhh quizá las secuoyas. Porque son muy chulas, sí, pero claro: quien no ha visto al General Sherman a cualquier árbol le reza...

Thursday, June 26, 2025

Cantabria. Día 5: Comillas

Hoy hemos pasado el día en el bonito pueblo de Comillas. Comillas es singular por ser el pueblo de nacimiento de Antonio López, el marqués de Comillas, y a donde volvió y donde residía en verano, a su regreso de América, siendo ya uno de los hombres más ricos de España.

plaza de la Constitución en Comillas

Más Comillas

Con el regreso del marqués, Comillas se convirtió en un destino de verano para la nobleza y la realeza, especialmente después de que el rey Alfonso XII pasara allí sus vacaciones en 1881. Eso hizo que hubiera muchas edificaciones de alto nivel. Además, puesto que el marqués estaba casado con Luisa Bru (catalana), conoció el arte modernista que estaba poniéndose de moda en Cataluña. Así, para hacerse su palacio (el palacio de Sobrellano) contrato al arquitecto catalán Joan Martorell, y se hizo llevar los artesanos y materiales especialmente desde Cataluña. 

Palacio de Sobrellano

Para conocer Comillas, de nuevo contratamos un tour particular, que, empezamos en la fuente de los Tres Caños, una construcción de 1889, diseñada por Lluís Domènech i Montaner y que además era una farola alimentada por electricidad (en aquella época, era wow!) y luego fuimos paseando por sus calles hasta la Casa Ocejo, la iglesia San Cristóbal y al palacio de Sobrellano. Desde allí pudimos disfrutar de las vistas de la Universidad Pontificia Comillas (originariamente Seminario de San Antonio de Padua de Comillas).

La universidad, al fondo de la imagen

Una vez allí, entramos a visitar la Villa Quijano, popularmente conocida como El Capricho, obra de un joven aprendiz de Joan Martorell: un tal Antonio Gaudí, que hizo de ésta su primer edificio. El Capricho fue encargada por el indiano Máximo Díaz de Quijano (abogado del Marqués de Comillas), que ganó tanto dinero que hasta se hizo traer las chimeneas desde el Reino Unido. Y Gaudí empezó a experimentar con cosas que incluso después implementaría en el Park Güell. Y genialidades como colocar 6000 girasoles en la fachada, suelo "radiante" por el que pasaba el aire del invernadero para calentar la casa, sistemas de contrapesos para las persianas, otras persianas que hacían música, balcones para escuchar el piano, …

Tras comer un arroz con carabineros, fuimos a visitar el cementerio de Comillas, con su ángel exterminador en pose pacífica, y después visitamos el palacio de Sobrellano, el primer edificio de España con energía eléctrica. Este palacio lo encargó el marqués de Comillas para atraer al rey Alfonso XII, aunque éste no llegó a alojarse aquí, y de hecho las obras acabaron después de la muerte del marqués de Comillas.

El cementerio, al fondo


Salón de los Tronos

El palacio es muy bello y está orientado a norte, para tener vistas a la Universidad Pontificia, lo cuál lo convierte en un edificio frío en invierno. Destaca también la escalera de acceso a la tercera planta, que era la más alta y estaba destinada al servicio. El palo central de la escalera y su decoración tienen guiños al tema marinero, simulando piezas de barcos (temática muy relevante en la vida del primer marqués de Comillas).

Para acabar el día, volvimos a Santander y fuimos a visitar el Faro Cabo Mayor y cenamos una porción de una deliciosa tortilla de patatas (lo que nos costó!!) y unas hamburguesas.

Lo mejor/la sorpresa del día: Pues nos vamos a quedar con el Capricho, de Gaudí. Un edificio singular, pero precioso.

Lo peor/la decepción: A riesgo de ser unos pesados, la comida. Los carabineros estaban buenos, pero el arroz, psé. La tortilla era espectacular, pero era el último trozo de tortilla que les quedaba, porque no la hacen para cenar. En fin...

Wednesday, June 25, 2025

Cantabria. Día 4: Laberinto de Villapresente, Santillana del Mar y Altamira

Hoy hemos hecho cosas muy diversas y curiosas. Un día para recordar!

En primer lugar, hemos ido al laberinto de Villapresente. Este laberinto es uno de los más grandes de España (era el mayor cuando lo inauguraron). Tiene 5.000m2 de superficie, y está formado por nada menos que 4.000 cipreses de 2,5 metros de altura. No fue nada fácil, ya que además de ser grande, es un laberintos multicursal (es decir, no tiene un único recorrido; así que te puedes perder) de conexión múltiple (es decir, que tiene "islas" -secciones del trazado dentro del laberinto que no están conectadas al perímetro-, por lo que no funciona la técnica de "la mano en la pared").

Lo cierto es que nos costaba horrores encontrar la salida, así que al final, admitimos que usamos Google Maps y la ayuda del satélite para encontrar la salida XD

El centro del laberinto

Al fin libres!!

Cuando conseguimos salir, nos fuimos a pasear por Santillana del Mar (hace falta decir que es el pueblo de las tres mentiras?). El pueblo es muy bonito, y después de comer, nos dimos el gustazo de comer un riquísimo helado de quesada pasiega. También fuimos a Casa Quevedo a comprar quesada pasiega y sobaos, para desayunar al día siguiente.



Y por la tarde, después de comer, hicimos una paradita rápida en la playa de Santa Justa.


A continuación, fuimos a hacer una de las visitas estrella de la semana: la Neocueva de Altamira. Antes de entrar en la Neocueva, hicimos un pequeño paseo a 300m de distancia de la misma, y pudimos ver la puerta de entrada a la cueva de Altamira. Realmente no puedes ver nada más que la entrada, pero emociona el saber que estás allí mismo.


La Neocueva reproduce idénticamente la cueva de Altamira original, con una precisión de 40.000 puntos por metro cuadrado. Para visitar la Neocueva, contratamos una visita guiada que nos explicaba la cueva y (brevemente) el museo, y que es extremadamente recomendable para poder apreciar las pinturas de la cueva.

La Neocueva

La verdad es que, pese a que la cueva es más pequeña de lo que esperábamos, las pinturas son enormes y es muy impresionante. Nos encantó.



Lo mejor/la sorpresa del día: la visita a la Neocueva. En serio, son MUY grandes! Y tiene mérito haber pintado esos animales en un techo que estaba a apenas 1,30m del suelo (ellos medían 1,60m, así que no les resultó fácil: el techo era demasiado bajo para pintarlo de pie, y demasiado alto para pintarlo sentados en el suelo).

Lo peor/la decepción: Que el laberinto era muy difícil, y con el paso de los minutos (y el aumento de la temperatura) se empezaba a hacer largo.

Tuesday, June 24, 2025

Cantabria. Día 3: Surf y Santander

 El día de hoy lo hemos empezado yendo a probar un deporte que no hemos probado nunca: el Surf! (que entre la música de los Beach Boys!!)

Hemos ido a la preciosa playa de Oyambre (donde hacía surf Shakira con sus hijos), y hemos hecho una clase de 2 horas con unos monitores realmente encantadores.

Let's go surfin' nowEverybody's learnin' howCome on and safari with me

Ha sido muy divertido! Desgraciadamente no hay pruebas gráficas, pero Leo llegó a ponerse de pie sobre la tabla y Cristian llegó a surfear una ola durante 5 segundos!!! Ueeeeeee Crack!! (se nota que escribe Cristian?).

Nos quedamos a comer en San Vicente de la Barquera, en el peor restaurante de todo el pueblo, por la sencilla razón de que no había literalmente mesa libre en ningún otro restaurante del mismo. Ni siquiera en marisquerías de 80€ el cubierto, aunque fuese un día laborable como otro cualquiera. NOTA: hay que reservar restaurantes con al menos un día de antelación!

Castillo del rey, con un principito posando

Por la tarde, volvimos a Santander e hicimos otra visita guiada, en este caso por la zona de la península de la Magdalena y el Sardinero. 

La península de la Magdalena es actualmente un parque público que tiene un mini zoo al aire libre (donde hay leones marinos, focas y pingüinos) y que fue otro regalo al rey Alfonso XIII. En esta península, está el palacio de la Magdalena, que visitaremos el día de nuestra partida. 

Palacio de la Magdalena

También están los tres galeones utilizados por el navegante cántabro Vital Alsar para rememorar el viaje de Francisco de Orellana desde el océano Pacífico hasta la desembocadura del Amazonas y su posterior regreso a España. 


Acabamos el paseo viendo las playas del Sardinero, y cenando para cobijarnos de la fuerte lluvia que llegó.

Lo mejor/La sorpresa del día: Hacer surf como Patrick Swaize en Le llaman Bodhi! 🏄

Lo peor/La decepción: El restaurante de San Vicente de la Barquera.

Monday, June 23, 2025

Cantabria. Día 2: Potes y Santander

Por la mañana hemos estado paseando por Potes, para ver el mercadillo que se organiza los lunes. Naturalmente, hemos comprado unas pastas (somos débiles).

Luego hemos ido a hacer una ruta por la Senda Mitológica del Monte Hozarco. Es una ruta sencilla (aunque cansa más que la que hicimos ayer, ya que al ser circular, la mitad de la ruta es de subida).

Durante la ruta, vas viendo figuras talladas en madera, representando criaturas mitológicas. En el punto más alto de la ruta, se llega al mirador de Santa Catalina, desde el cual se ven unas vistas espectaculares (al cual se puede llegar en coche, por cierto). 

Un par de las criaturas mitológicas

El mirador de Santa Catalina

Como Nuria iba lesionada de la excursión de ayer, la pobre no estaba para mirar ni figuritas ni figuritos.

Tras acabar la ruta, fuimos a comer a Casa Miguel, en Quintanilla, donde pudimos disfrutar de la probablemente mejor comida en todos los días en Cantabria. El cocido lebaniego estaba riquísimo!

Y de ahí, a Santander, donde llegamos, dejamos las cosas en el apartamento y nos fuimos a hacer una visita guiada por el casco histórico de Santander.

Vistas desde el Centro Botín

La catedral de Santander

En la visita, nos explicaron la relación de Santander con Alfonso XIII y con el mar cantábrico, y nos explicaron los desastres acaecidos en la ciudad: el incendio que asoló Santander en 1941 y las explosiones del barco de vapor Cabo Machichaco en 1893 y 1894.

zona de tapeo

Por último, nos quedamos a cenar por allí (sin destacar).

Lo mejor/La sorpresa del día: Pues por sorpresa agradable, el cocido lebaniego de Casa Miguel XD

Lo peor/La decepción: Pues por decir alguna cosa, la Senda Mitológica no es algo para recordar. Y no merece la pena si no tienes niños pequeños.